El trofeo
El trofeo
© 2012 – Brendaliz Figueroa Guzmán
A mi esposo siempre le ha fascinado bajar al nene del carro, llevar el coche o cargarlo. Desde que nació, bauticé al nene como “el trofeo”. Sí, así lo llevaba mi esposo (y todavía lo hace): como un trofeo. Le encanta hacer entradas triunfales con el nene a todas partes. Es un orgullo que no le cabe en el pecho.
Cuando mi hijo tenía unas cuantas semanas de vida (pocas, muy pocas), fuimos a una tienda por departamentos en el centro comercial más grande del Caribe. Nos íbamos de viaje y mi esposo necesitaba medias y ropa interior. Era un día de semana, y ya era de noche. Había poca gente en la tienda.
De repente le digo “mira, ven a ver estos acá que te pueden gustar”. Allá llegó él, raudo y veloz a mirar lo que yo tenía en las manos. Llegó sin el nene y sin el coche. Le pregunto alarmada: “¿y el nene?”, a lo que me contestó sorprendido: “ay, lo dejé allá”. (“Allá” era donde no lo podíamos ver, fuera de nuestro alcance inmediato).
No tienen idea de cómo me puse. Imagínense, y cuando lo hayan hecho, créanme que se quedaron cortos. Después de hablar de que me lo podían robar y que si eso pasaba no le volvería a hablar, además de que-si recuerdo bien- le dije que tenía ganas de matarlo, añadí: “mira, dame acá el nene y el coche. Lo llevaré yo el resto de la noche”.
Continué: “no sabes el trabajo que me dio parir este muchacho”, y le quité el trofeo.
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30 de enero de 2012
Jaja…. me he reido, aunque no es para reir pq es algo serio, yo pase por esa desagradable experiencia en 2 ocasiones. Pero me hise un mental picture sobre la situacion y me lo imagine diciendo sin ningun tipo de preocupacion ‘lo deje alla’ . Grax por compartir estas experiencias!!
Me alegra hacerte reir. Yo me río ahora, cuando veo todo de otra perspectiva. Ese día no me dio risa. Me dijo “allá” pero realmente se sorprendió y reaccionó rápido. Como quiera se lo quité. El bebé era tan nuevo y todo era nuevo para nosotros. No estábamos acostumbrados a su presencia. Ya podemos reirnos de esto.