Pa’ qué fue eso! Ese fue el comienzo de la perreta del año. Pataleteó, gritó, lloró sin parar, me tiró los zapatos desde su “car seat”, y todo mientras manejaba al cuido de niños. Se quitó las medias. Siguió gritando. Mis pobres oidos estaban sufriendo y tomaron horas en recuperarse. Tosió, escupió y pidió terapia.