Buenos modales…¿qué es eso?

©Brendaliz Figueroa, Junio 2010

Intento que mi hijo vea y aprenda buenos modales. Me gustaría que fuera un hombre decente y amable. Doy los buenos días, digo por favor y gracias. Sin embargo, a menudo me pregunto si vale la pena ser tan cortés. Cada vez me convenzo más de que la gente es bruta y prefiere quedarse así.

La semana pasada fui a una tienda a comprar detergentes. Al pagar, la empleada de la tienda no contestó mis buenas tardes, no hizo contacto visual, no contestó mis “gracias”, tampoco sonrió, entre otras tantas deficiencias de comunicación que supo demostrar muy bien. ¿Se supone que todo el trabajo de los buenos modales lo haga yo? ¿Para qué? Qué triste que me tenga que hacer estas preguntas. Estoy segura de que mi hijo me va a reclamar: “¿Mamá, porqué tengo que decir buenos días si nadie más lo dice?”

Ya imagino sus oraciones:

-Con su permiso, señora, ¿usted no escuchó que mi mamá dijo buenos días?

-Pero, ¿usted es sordo(a)?

-¿No tiene modales?

-¿Por qué no habla en oraciones completas?

-¿Por qué no me contesta?

-¿Por qué no nos mira?

Ayer compré pan en una farmacia muy conocida, a la que por razones obvias no daré promoción. La empleada me dice la cantidad a pagar. Le indico que hay un letrero que dice que ese pan en específico está en especial. Me dice que no.

-“Ah, ¿no? ¿Y entonces cuál es el pan en especial? ”

Luego de un largo, absurdo e incómodo silencio me dijo que no sabía.

-¿Cómo que no sabe? ¿Me puede ayudar?

-El otro.

-¿Cuál otro?

-El otro, el más oscuro.

-Señora, dice CLUB sandwich de esta marca, no especifica si el integral blanco o integral regular. Leí bien.

Increíble pero cierto, esta mujer sencillamente me ignoró y siguió cobrando. El cansancio de un día largo de trabajo fue más poderoso que las ganas de ir, traerle el letrero, detener la fila y hacerle dar void a la transacción. Tuve que respirar, pagar el pan y retirarme tratándola como ella me trató a mí; con indiferencia.

Es una lástima que eso es lo que mi hijo tiene que ver casi todos los días. Me da vergüenza ajena. ¿Qué nos pasa, gente? ¿En dónde han quedado los buenos modales?

16 de junio de 2010