Cooperación
Cooperación
©Brendaliz Figueroa, 16 de agosto de 2010
Decidida a comenzar el destete, me dio pena y me pegué al muchachito de nuevo, cosa que ya no estaba haciendo durante la semana, sino sólo los sábados y domingos. En la semana me saco con la máquina.
Me encasqueto al nene en la derecha. Todo iba bien. Me lo enchufo en la izquiera, y al cabo de un rato sentí corriente hasta detrás de los ojos. Me ha metido un mordisco del Dios y su madre, que del susto me lo despegué y lo solté en la cama como si fuera una caja pesada. Parece que al despegarlo rápido me llevó un pedazo de piel con sus hachitas afiladas.
Áuchhh no fue exactamente lo que grité. Mis lágrimas hablaron por sí solas, y la mirada perpleja de mi hijo mostraba su desconcierto.
La sangre salía, y el pedazo me ardía.
Sin saberlo, mi hijo ha cooperado con el destete, ya que de esa no me pude sacar leche, y tampoco me lo pude pegar esta noche.
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Aunque recibí mordisquitos, nunca me llevé uno a ese nivel. Sólo me puedo imaginar tu dolor!!!! Me han dicho que para esas laceraciones la sábila es buena. Espero que se te alivie pronto.
Sé que en el momento del destete uno quisiera cooperación, pero seguro que no de este tipo. Les deseo a tu niño y a ti que tengan una transición agradable. Ni un mordisco más, hopefully!
Exacto, no es este tipo de cooperación la que necesito.
😉
Gracias.
De leerlo me duele! Auuuchhhh!
Fue bien “nice”.