Contra viento y marea
Contra viento y marea
©Brendaliz Figueroa, 28 de septiembre de 2010
A mi ahijado de dos años ya lo destetaron. Mi comadre pasó por todas las etapas de la lactancia: el “ay, qué lindo este bonding“, el “lo hago por mí, por él, y por su salud”, el “ya lo hago sólo por él”. Pasó a “ya lo quiero destetar, pero se me ha hecho difícil”, y luego a la típica y lógica mezcla de sentimientos.
Finalmente lo pudo destetar. Ya la ansiedad y el desespero del niño por la muy aclamada “tete” es cosa del pasado.
Si lactar de por sí es tremendo reto y una gran labor, imaginen lo que es lactar y que muchos a tu alrededor cuestionen la duración de la lactada, el tiempo que lo has hecho y cuanta cosa se le ocurra a la gente cuestionar.
A todas aquellas que han lactado el tiempo que han querido y han podido: mis felicitaciones.
A mi comadre: eres libre ya, dos veces.
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Muchas gracias por tus palabras…
Fueron muchas las barreras que tuve que superar para lactar a mi bebé: una cesárea, que lo dejaran dos días en el hospital por la bilirrubina, que me recomendaran darle fórmula para que ganara peso más rápido, la casi humillante máquina ordeñadora, baja en mi producción de leche, despertar cada dos horas en las noches por más de año y medio y así irme a trabajar, casi un desgaste físico, entre otras.
A todas estas ya eran muchos los que me cuestionaban la lactancia prolongada: doctores, familiares, amistades y compañeros de trabajo. Yo eduqué a los que pude e ignoré al resto. Quería lactar al nene mínimo un año, máximo dos. Felizmente digo que lo logré. Lacté a mi hijo durante dos años y doce días. No me arrepiento. Tanto mi hijo como yo estamos saludables y contentos. ¡Ahora soy libre!
Sé que tu blog lo lee mucha gente y escribo mi historia aquí para que pueda servirle de inspiración a aquellas madres que desean lactar y que encuentran muchos obstáculos en el camino. No juzgo a quien deje la lactancia antes de lo que se había propuesto. La lactancia es un sacrificio bien grande. Tampoco digo que mi caso fuera el peor. A quienquiera que pudiera tener dudas sobre lactar le digo: si se quiere se puede. Hay que educarse bien y tener fuerza de voluntad para no dejarse vencer por los obstáculos físicos ni emocionales. A aquellos que tengan una mujer lactante cerca: más que nada apóyenla. No es fácil encontrar alguien que esté dispuesta a sacrificar su tiempo, su energía y su cuerpo de esa manera. Por favor, al menos no le hagan la lactancia más difícil de lo que ya es.
Nena, te botaste. Tu respuesta debe ser uno de los “posts” en el blog. Te lo juro.
De nada, chica. Sé que no está fácil, pero las que queremos y podemos, lo hacemos de corazón, como dice el título, contra viento y marea. Lista pa’l próximo (bebé), ¿ah?
😉
Ja ja, gracias! Hay que aprovechar foros como estos para promover lo bueno.
Como dices lactar no es nada fácil y las barreras que enfrenté no comparan con las barreras de muchas madres que conozco a quienes se les hizo prácticamente imposible. Por eso celebro que tuve la dicha de hacerlo y que con mucho esfuerzo logré mi meta.
Contestando tu pregunta, ya estamos preparándonos para otr@. Aún no estoy completamente lista, quiero descansar un poquito. De lo que sí estoy segura es de que haré todo lo posible por lactar de nuevo. Tengo la esperanza de que la segunda ronda, con todo lo que he aprendido, sea más llevadera. Ya veremos…
Me alegra saber que esto es un foro con sentido y útil. Y sí, eres afortunada de haber podido lactar y haber logrado tu meta.
Échaleee, ya mismo estará otro u otra por ahí alegrando la vida de muchos….
Wao, tremendo. Eres una campeona Nadgie. Pero nada termina, sigues el camino de la maternidad que ese si dura toda una vida! Y por mi que dure toda la eternidad pq me encanta!!! Bravo por todas las madres!
Muchas gracias Tania. Tienes razón la maternidad es una bendición que dura para toda la vida. Definitivo que en cada madre hay una campeona.
Cuando tuve a mi primera hija, para mí, la lactancia fué el proceso más enriquecedor del mundo, me enamoré completamente del proceso. Por ende, cuando quedé embarazada del varón y me dijeron que venía con labio y paladar hendido, no me quise dar por vencida y me orienté para saber de qué forma podía lactar a mi niño, que ante todo, requería atenciones especiales y sobre todo, la leche de mamá, para que estuviera fuerte con todas las operaciones que iba a tener. Mi hijo tiene 10 meses y todavía puedo lactarlo, no directamente del pecho, pero algo es algo!!! Ya luego que le cierren el paladar (dentro de semana y media), POR FIN!!! voy a tener la dicha de podérmelo pegar; he estado hasta soñando con ese momento glorioso!!!. Aunque mi producción ha bajado un montón, al punto que ahora mismo, detuve la lactancia para darle fórmula y así crear un banco de leche, para que tenga para sus 21 días de tratamiento, me pregunto si cuando me lo pegue al pecho, me aumentará la cantidad de leche o se mantendrá poca, como hasta ahora.
Wow. Pase lo que pase, espero que la experiencia de poder pegártelo una vez esté recuperado de la operación, sea mucho más de lo que esperabas. Éxito. Eres una campeona.
Querer es poder. Me alegro por tí y por tu niño. Sigue perseverando. Imagino tu deseo de tenerlo pegadito, sin máquinas, ni botellas intermediarias. Ojalá que todo salga bien y que ese bebo tenga la dicha de descubrir el pecho de mamá. No sé si te aumente la producción, creo que como la emoción está tan ligada a la lactancia podría ser posible. Pero aunque no sucediera dale lo que tengas, es lo más importante. Mucho éxito, y no dejes de contarnos cómo les va.