April 19, 2010 — Brendaliz Figueroa
Cómodo
Cómodo
©Brendaliz Figueroa, abril 2010
El sábado fuimos a almorzar. Mi hijo se quedó dormido, y no teníamos el coche con nosotros. Y ahora, ¿qué hago? Fácil. Juntamos dos sillas, y acostamos al niño ahí, feliz de la vida. Cogió tremendo sueño en su cama improvisada, y nosotros pudimos comer en paz y tranquilidad.
¿Por qué complicarse la vida? Así dormí yo en muchísimas ocasiones cuando era niña, y hasta el sol de hoy, soy normalita. Mi hijo ha sobrevivido sietes meses y medio bajo mi cuidado. Algo debo estar haciendo bien.
😉
19 de abril de 2010
Normalita, no estoy segura, pero sí sobreviviste como todos los que nacimos antes de la era cibernética.
Sí, sí, bastante normalita, de verdad.
definitivamente estoy con Clarisa, tal vez puedes editar la palabra “Normalita” jaja , es broma!
Qué graciositas las dos….ja,ja. Según voy adquiriendo conocimiento en la vida, más me doy cuenta de lo normal que soy. Los anormales son los otros…
😉