Abuelos de porcelana

©Brendaliz Figueroa, 1ro. de septiembre de 2010

¿Por qué será que en la mayoría de los casos hay abuelos o abuelas súper entregados y los otros son huevos sin sal o buenos para nada?
 
Están los abuelos que lo hacen todo: cambian al muchachito con el pañal premiado sin pensarlo dos veces, saben preveer peligros, toman cautela sin ser exagerados, dejan que el niño sea libre y se manifieste, saben satisfacer las necesidades alimenticias del nieto o nieta, se tiran al piso a jugar, van a tu casa y te ayudan en todo: a lavar y doblar ropa, lavar los platos, ayudar en la limpieza si hace falta, entre otras tantas cosas.
 
En cambio, hay otros abuelos que le piden permiso a un pie para mover al otro. Prefieren ser espectadores pasivos en el proceso de ver crecer al nieto o nieta. Desde el sofá se ve todo tan lindo. Ayer inventé el término “abuelos de porcelana”. Tengo que admitir que me encantó. Con él defino y describo a estos abuelos que hacen muy poco, ya que al parecer, si hacen algo, se rompen.
 
 Abajo los abuelos de porcelana, pero suavecito, que se rompen…
Arriba los abuelos de verdad.

Join the conversation! 7 Comments

  1. Ya tu sabes los cuentos de mi suegra con mis niños, pero como dice ella misma: no hay imitaciones sólo es ella y creo que muchas quisieran tenerla! De veras no me quejo, para nada! Maybe, no querrán intervenir en tus cosas.:)

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  2. Pues mi esposo y yo somos abuelos de verdad e incondicionales. Los 360 dias del años, dias feriados, con tormenta, sin tormenta, con sol, lluvia, terremotos!! Lo que sea, porque ese nieto nos tiene locos!!!!!

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  3. Me encanta la imagen que usas, pero por qué limitarla, mejor gente de porcelana! Los hay en todos lados. He tenido muchos cerca en la universidad y hasta en el trabajo. Se ve cada cosa…

    Supongo que es cuestión de estilo, algunos abuelos son más activos que otros. Imagino que también intervienen la edad y los achaques. Sólo deseo que Dios me de mucha fuerza y salud para que cuando lleguen mis nietos pueda gozármelos arrastrándome por el piso con ellos y metiendo mano en lo que sea que mis hijos necesiten de mí…

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    • Es cierto, hay gente de porcelana en todos lados. Espero lo mismo: poder disfrutar mis nietos y ayudar en todo lo que pueda.

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