Al mangazón que quería leche materna

© 2017 Brendaliz Figueroa Guzmán

“Busco una mujer lactante que me dé su leche, manda mensaje”. Así leía tu texto enviado a la página de Facebook de mi blog Lactando y  Contando.

Una vez había recibido mensaje del esposo de una madre recién parida, quien muy amable, decente y preocupado me pidió algunos consejos para su esposa. Le respondí sus dos o tres mensajes (estrictamente sobre el tema de lactancia), y ahí quedó todo. Lo felicité por haber decidido formar parte del proceso de lactancia y por apoyar a la madre de su hijo en algo que, le estaba garantizando, era bien sacrificado y cansón. De una vez le sugerí que tuviera mucha paciencia, y viera a su pareja con un corazón amoroso y compasivo, que todas las etapas pasaban, y esta no era la excepción.

Entonces recibo tu mensaje, Marcos Rivera. Qué decepción. Por una centésima de segundo pensé “coño, qué brutal, un hombre que busca ayuda para conseguir leche materna para un bebé”. De repente, ¡clic!, me doy cuenta de la estupidez que escribiste: “Busco una mujer lactante que me dé su leche, manda mensaje”. Analizo: una mujer lactante “que me dé su leche”. ¿Qué clase de imbécil eres? Da igual, cualquier clase de imbécil te va perfectamente. Sigo: “manda mensaje”. Así, lo ordenas, como si yo fuera empleada tuya o estuviera a tus servicios. Me provocas asco, pero sobre todo mucha lástima. Aunque mi vida muchas veces parezca un circo, no estoy dispuesta ni disponible para tolerar a payasos de mal gusto como tú.

Sí, he donado leche, pero te recuerdo que donar y DAR leche no es lo mismo ni se escribe igual. No sé con qué tipo de mujer estás acostumbrado a lidiar, posiblemente con ninguna (decente) y por eso tienes el atrevimiento de escribir tus chiquilladas en una página de lactancia que no tiene ninguna intención morbosa, como la tienes en tu mente sucia.

Agradezco que no vuelvas a escribir en mi página ni intentes algún otro tipo de acercamiento.

Mis tetas son muy mías, y solo le doy mi leche a quien yo escoja, no porque me lo pidan, sino porque me da la gana.