Todo a su tiempo

© 2014 Brendaliz Figueroa Guzmán

Hoy estuve recogiendo un poco (no tanto ni todo lo que debo) y encontré recibos de mis visitas al laboratorio clínico. Eran de cuando me estuve haciendo estudios para saber qué andaba mal con mi sistema reproductor. Vi varios recibos y recordé que estuve más de un año repitiendo estudios periódicamente. También encontré las placas y la lectura de mi histerosalpingograma (estudio que se hace para identificar obstrucciones o irregularidades en las trompas de Falopio). Luego de haber tenido hasta una tercera opinión, la segunda vez que me leyeron el estudio y me dijeron que hacía falta un milagro para quedar embarazada, salí decidida a quedarme con lo que tenía y no forzar las cosas. Ya era madre de un niño fuerte, hermoso y saludable, y siempre he estado exageradamente feliz con su existencia.

Dos o tres semanas más tarde estaba embarazada. El milagro sucedió. Algo dentro de mi hijo le decía que esa hermana llegaría. Hablaba de ella siempre, desde antes de estar embarazada. Ha resultado ser un tremendo hermano, adora a la nueva adquisición. Puedo decir sin duda alguna que todo pasa cuando tiene que pasar. Las cosas y los sucesos tienen su tiempo.

Recogiendo hoy también encontré esto hecho por mi hijo. Me robó el corazón una vez más. El dibujo habla por sí solo.

Mis dos hijos, dibujados por el nene (4 años). Al dorso están sus nombres y un corazón. El columpio en el árbol me encanta.

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15 de agosto de 2014