Nueva vida escolar

© 2014 Brendaliz Figueroa Guzmán

Hoy, luego de casi cinco años en el mismo centro pre-escolar, mi hijo comienza en el colegio.

Jamás pensé que esto fuera a suceder tan rápido, pero sí, de repente llegó este día, casi sin aviso.

Hasta ayer Joshua fue a su segundo hogar (o el primero, porque allí pasó muchos días desde que tenía dos meses), de donde me fui con tremenda tristeza, y ya hoy va a kindergarden.

Reconozco la labor de todas y cada una de las grandiosas mujeres que cuidaron a mi hijo desde los dos meses hasta ayer.  Haberlo educado, protegido, respetado y amado de la manera que lo hicieron es algo que siempre agradeceré.

Hoy oficialmente dejamos atrás para siempre la camisa de cuadritos amarillos y blancos, el pantalón corto y los zapatos marrones para dar paso a formalidades aún difíciles de digerir para mi esposo, con zapatos negros de “nene grande”.

El tiempo pasa sin pena ni vergüenza, es muy cruel a veces.  Tenemos que disfrutarnos los hijos, aunque a veces nos vuelvan locos.  Pronto estaré escribiendo de la graduación de escuela superior, preguntándome cómo y cuándo pasó todo ese tiempo y yo no me di cuenta.

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7 de agosto de 2014