Una semana sin ver televisión
Una semana sin ver televisión
© 2015 Brendaliz Figueroa Guzmán
Yo no veo televisión, así es que en mi caso, “darme permiso para ver tv” equivale casi a un castigo. Pero sé que eso no es muy normal que digamos. Hace varias semanas mi hijo pasó una semana sin ver televisión. Ya no recuerdo cómo se ganó el castigo, pero creo que fue por no seguir instrucciones. Originalmente eran 3 días de castigo, pero pasaron y ya ni importaba. Por lo tanto, seguimos sin ver TV varios días adicionales.
¿Qué pasó?
- No tuve tiempo para nada que no fuera él, ya que su diversión requería mi compañía y atención. Te puedes imaginar el desastre que tenía en la casa. Por suerte eso no me quita el sueño.
- Jugamos distintos juegos de mesa. Aprendí sus trucos tramposos y la manera tan noble en la que a veces usa sus trucos para que uno gane, porque “mami, ya has perdido muchas veces”.
- Pude darme cuenta de la rapidez con la que capta instrucciones y aprende las reglas de un juego nuevo.
- Cocinamos y hasta probó cosas nuevas. Ahora come guacamole, un nene que al que antes no le podías ni acercar un aguacate. .
- Fuimos al parque más de lo usual, y ya de por sí vamos bastante.
- Leímos libros en español, inglés y alemán. Como ya lee, me leyó algunos a mí.
Hemos seguido practicando “cero TV” de vez en cuando, y sí es posible. Cuando digo “cero TV” realmente excluyo video juegos, juegos electrónicos, “devices”, teléfonos inteligentes, tablets, etc, porque eso sí que mi hijo no tiene. No he fomentado que lo tenga y espero mantenerme firme en esto el mayor tiempo posible.
Definitivamente, los niños nunca van a recordar “su mejor día de ver televisión” pero sí su mejor día jugando, en el parque, leyendo o en la cocina.
¿Lo intentarías? Anímate y cuéntame.
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29 de enero de 2015
De vez en cuando lo hacemos y es una bendición. Es cierto que requiere más de nuestro tiempo para dedicarles pero vale la pena.
Cierto, ese detox vale la pena. No da tiempo para hacer nada, pero bueno…ja,ja.
Yo no tengo mucho tiempo para ver TV. Aunque admito que mi hijo ve mucho sus películas. Una vez estuvimos un fin de semana sin celular y fue maravilloso. Vale la pena intentar tu invento. 😉
Dale, Leze. Intenta 2-3 días. Jugarán con cosas que había olvidado que tenía. Prepárate, andarás con los pelos de punta como una loca desaliñada.
Gracias a ambas por sus comentarios.
Yo no soy amante de la televisión. Realmente no veo televisión. Si en algún momento me siento a verla me siento hasta extraña, pues he perdido la costumbre. Lo que sí me gusta es ver películas, pero tampoco tengo mucho tiempo. En casa cuando se prende la televisión es para ponerle al nene alguna película o a las nenas algunos muñequitos de bebés. En el caso del nene no le permito ver nada durante el día, a no ser que hayamos terminado con el homeschooling, y él me pida varias veces que le deje ver alguna película. Confieso en ocasiones lo ignoro un poco al principio a ver si se le olvida, jeje. Es que prefiero que pinte, lea, o salga afuera a correr bicicleta. En el caso de las nenas, como son dos y apenas tienen 10 meses, no me gusta tampoco acostumbrarlas ni usar la tele de babysitter. Lo que hago a veces es que le pongo algunos muñequitos de bebés durante las tardes y en ese momento yo aprovecho y me tomo una tacita de café y me pongo a cocinar, para aprovechar el tiempo. Creo que en mi caso, el no gustarme la tele me ha ayudado a ser más productiva en otras áreas y más creativa. Si me pusiera a ver televisión durante el día, la casa se me caería encima y no tendría tiempo para nada. Es cuestión de prioridades. Sobre los teléfonos, pues trato de usarlos de manera balanceada y justa, al igual que la computadora, aunque son mis herramientas de trabajo.
Gracias Marielisa. Ciertamente, el hecho de que a uno no le guste la TV ayuda bastante. Es todo cuestión de balance. 🙂
Jajaja que chevere! Cuanto tiempo perdemos en la tecnología!!
Cierto, Yanira…demasiado a veces. Gracias por comentar.
Me encanta tu blog!! Leerte es casi como escucharte!!
Este tema es crítico. Pero como tu bien dices es cuestión de balance. Vale la pena animarse a jugar, conversar, compartir, sonreír y mirarse a los ojos. Estas pequeñas cosas hacen a nuestros hijos más sensibles a todo lo que los rodea y mas seguros para desenvolverse en todos los retos que consigan. Y lo mas importante a sentirse amados.
Por mas tiempo en el parque!!
Gracias por tu comentario, Osiris. La verdad es que me lo gozo bastante cuando jugamos juegos de mesa y hacemos actividades “de calidad” juntos.
Siempre he dicho que no necesariamente es cantidad, a veces vale más la calidad del tiempo que les dediquemos.
¡Saludos!