April 12, 2010

Virus

Virus

©Brendaliz Figueroa,  2010

Estaba en la fila de devoluciones de una tienda conocida en la que por lo general, las mujeres se vuelven locas comprando marcas famosas por mucho menos. Los que han entrado a esta tienda saben que hacer la fila de servicio al cliente es morirse.

Era un día de semana, de noche, y la fila kilométrica.  Yo tranquilita, muda, en comunión con mi panza, intentando que nada me turbara. Sólo bastaba eso para que la mujer que estaba antes que yo, luego de quejarse eternamente por la fila y el tiempo perdido allí, dijera: “Jum, hay un virus en el agua. Mira para allá que muchas embarazadas hay en esta tienda. Tengan cuidado”.

Me imagino que la intención era provocar risa, pero no se oyeron ni los coquíes. Qué mujer tan imprudente, Dios mío.

Encima de eso, a ella se le ocurre decirle a la muchacha que hay dos embarazadas en la fila, que llevamos mucho tiempo (ya iba casi una hora), y cuando me toca el turno, yo, que no había dicho ni ji, me tengo que chupar el “las embarazadas no tienen que hacer la fila” de la empleada.

Le dije que no me había quejado, que no estaba impedida, por lo que podía hacer la fila, y que no frecuento la tienda tanto como para saber que las embarazadas no hacen la fila. Además, no me paso la vida embarazada.

Lo más interesante de todo es que en una hora ella no vio las dos barrigotas en la fila. Quizás pensaba que ese virus se pegaba de mirarnos.

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  1. Brenda no vayas lejos. En una ocasión fui al banco y cuando ya era mi turno (y yo con mi mega panza) una señora con cara de desesperada me miró y me dijo: ay mija, me dejas hacer este deposito que es rapidito. Yo me empezé a reir por que de veras era el colmo de los colmos y en mi mente pensaba (pero la embarazada soy yo) por que la tengo que dejar pasar primero que a mi. Y yo al igual que tu, y con mi santa calma la dejé pasar. Cosas inexplicables!

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  2. Les cuento que en la misma tienda me pasó lo mismo. Lo único es que como cambiaron la fila kilométrica y metieron tablillas de productos no se veía mi barriga…que BTW era bien dificil de no ver. Cuando me atienden me dicen lo mismo que no tenía que esperar. No se dan cuenta que con la barriga y las personas bloqueando la fila para que nadie pase no había break. Y además, no lo avisan.

    Donde sí aproveche el beneficio fue al renovar mi licencia y el correo. En DTOP La fila salia hacia fuera de la colecturia y yo con mi mega barriga entré y rápido me atendieron. Sólo que ahora tengo la foto de mi licencia con cara de 8 meses encinta, beautiful?!. BTW pude poner mi peso preembarazo en la licencia, GAD!

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    • Me encanta tu historia de la misma tienda. Yo me aproveché en el correo par de veces, y quise ir a DTOP/Obras Públicas a resolver par de cosas pero nunca fui. Te chavaste con la cara de embarazada en la licencia por 15-20 años más.
      😉

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  3. Ah, pero a mi me pasó que estuve un día en un banco, muy, muy conocido, y como me habían dicho que no tenía que hacer fila, me planto al frente y luego oigo el comentario de una señora, bastante cafre, by the way, que dice: “Ah!! Así cualquiera queda preñá!!!!!”. Coño, me dió tanto coraje, pero ni la miré. A partir de ese día, cada vez que tenía que ir al banco o a otra diligencia, yo esperaba a que un empleado me viera y me pasara al frente. Donde no tuve nada de suerte fué en la mega filota de la oficina de Desempleo, ahí me la tuve que chupar y el guardia de seguridad ni se inmutó, se hizo el loco y yo con una barriga de 8 meses y con contracciones que me comenzaron a dar en aquel momento, me acuerdo me tuve que sentar en la acera, para calmar el dolor y la gente que le gritaba al guardia que me dejaran pasar y él no les hizo caso. Ya no hay respeto para las embarazadas!!

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    • “Así cualquiera queda preñá!!!!!”, como si uno quedara embarazada para avanzar en las filas…sobre todo. La gente es animal, de verdad. Debiste haber hecho como que se te salía el bebé en el Desempleo, para que se asustaran. No hay respeto, definitivamente.

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Anécdotas imprudentes