Atropellado

©Brendaliz Figueroa, 29 de diciembre de 2011

No sé quién fue el primer imbécil a quien se le ocurrió disparar al aire hace unos cuantos años ya ni cómo es posible que esa idiotez siga siendo modo de celebrar el fin de año. ¿Cómo es que alguien dispara al aire y le importa un carajo el paradero de esa bala?   Hay que ser bien morón e irresponsable.

Debido a esa gracia, hace varios años que la Policía de Puerto Rico y otros grupos se dedican a hacer campaña en contra de las balas al aire. Anoche iba la caravana por Bayamón, haciendo lo suyo, cuando un animal intentó evitar el tapón, y en su imbecilidad se llevó con el carro a varias personas, entre ellas dos niños. La niña sobrevivió, pero el niño murió.

¿Cómo vivimos? ¿Y el respeto a la vida, dónde está? Quedé sin palabras al enterarme de la noticia. Luego me dio una rabia brutal.

Ojalá el 31 no se repitan tragedias de años anteriores ocasionadas por balas perdidas, y que como un milagro de año nuevo, desaparezcan de la Tierra las personas como este individuo que anoche arrolló y mató gente con su auto.

No pido más.

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