“El pez arcoiris” está de fiesta
El pez arcoiris está de fiesta. El libro del autor suizo Marcus Pfister cumple 25 años. Mis dos hijos han disfrutado esta lectura en muchas ocasiones.
La historia, conocida internacionalmente, trata sobre un pez con escamas multicolores brillantes, que aprende sobre la alegría y lo positivo de compartir.
En el centro preescolar de mis hijos, la directora y las maestras conocen muy bien el libro, lo tienen en varios tamaños, y tienen unas cuantas marionetas del pez arcoiris.
Las primeras veces que le leí El pez arcoiris a mi hija, lo primero que dijo mi hijo (de 7 años) fue: “Mami, Eva Luna es como el pez arcoiris, tiene que aprender a compartir”. Me reí mucho. Para ese entonces ella tenía dos años, y era bastante “territorial”. Todo era “de ella”. Ahora, ya con tres años, Eva Luna ha aprendido a compartir transando poco a poco. Confieso que a su hermano se le hacía mucho más fácil compartir, o así lo recuerdo yo.
El fin de semana pasado le celebré el tercer cumpleaños a mi hija. Aprovechando que El pez arcoiris anda de aniversario, me uní a la celebración, y seleccioné para la invitación y la decoración el mismo tema. Al llegar al lugar y comenzar a decorar, una de las empleadas, que sin duda alguna no pasa de los 25 años, me dijo muy emocionada: “Oh, wow, es del pez arcoiris, me encanta. Nunca había visto un cumpleaños con este tema”. La miré con alegría, y me dijo: “ese libro es un clásico”. Le pregunté si sabía que estaban de aniversario, y me dijo que no, pero que siempre le había gustado ese libro, y que sabía que tenía “muchos años”.
Para ella, seguramente un clásico de toda su vida.
Fomentando aprender a compartir, hemos llevado nuestros libros de El pez arcoiris al parque de mi comunidad, al que voy todos los días. Compartimos la versión en alemán y la versión en español. Mi hija lo ha “leído” sola, se lo ha leído a su hermano por las noches en la cama, y lo ha leído con varias de sus amigas en el parque.
Me encanta su rutina de las tardes, en donde disfrutamos con nuestros vecinos, quienes se han convertido en nuestros amigos. Llevamos meriendas al parque, y compartimos todo lo que tenemos en la mesa. Incluimos a todo niño que llega. Es el mejor ejemplo que podemos darle a nuestros hijos.
Definitivamente, nada como la alegría de compartir.
Ah, y antes de que lo olvide, ¡feliz cumpleaños, pez arcoiris!