Muñecos con vida propia

©Brendaliz Figueroa, 28 de julio de 2011

Ha visto Toy Story tantas veces, que estoy por creer que realmente piensa que los muñecos tienen vida.

Ahora lo nuevo es pedirme un “chob” (sí, así dice cuando quiere que le pase un “wipe”) para limpiarse cualquier cosa. Yo a veces lo ignoro o le digo que no tengo, cosa de que no se me críe muy “tiquismiqui”. 

Hace unos días iba sentado en su “car seat” y se ensució con algo. Me dijo “mamá, dame un chob”. Le di uno. A los pocos segundos se pone a hablar con su muñeco de Buzz Lightyear, y de repente un celaje blanco pasa cerca de mi cabeza.

El “chob” había volado “mágicamente”.

Me volteo muy seria y le pregunto “¿qué fue eso?”. 

¿Su respuesta? “Eso fue Buzz, mamá”.

“Sí, ajá, no me digas, ¿de verdad?”, le dije yo, intentando aguantar la risa. Se quedó serio y luego viró la cara. El muy condenaíto también estaba aguantando la risa.

Lo regañé, y le dije que no debía mentir. Asintió con la cabeza. Espero que no haya estado escondiendo los dedos cruzados en la espalda.

😉

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