October 30, 2012

R.I.P. Pinky

R.I.P. Pinky

© 2012 – Brendaliz Figueroa Guzmán

Cuando se nos murió Emma, nuestra perra, decidimos no tener mascotas por un tiempo. No estábamos preparados. Yo todavía no estoy lista, y de hecho, no quiero tener más perros. Bueno, al poco tiempo de aquella partida inesperada, heredamos un pez de una amiga mía del trabajo. Pinky, como ya lo había bautizado ella, era un beta nene.

Lo tuvimos en casa más de doce meses, hasta hoy.

Esta mañana encontré a Pinky en el fondo de su casa nueva. (Le habíamos comprado una pecera de lo más aquel). Estaba tirado, inmóvil. Lo di por muerto, y aunque traté de que Joshua no se diera cuenta, lo vio. De repente Pinky dio un salto, y subió a comer como todas las mañanas, pero
no comió.

Desfallecía, se iba al fondo y volvía a la vida. Lo hizo varias veces.

Me tuve que ir para no llegar tarde al trabajo, pero sabía que Pinky estiraba la aleta hoy. Le expliqué a Joshua que Pinky estaba viejito…preparándolo para lo inevitable.

Joshua y yo regresamos a casa a las 7:45pm, y efectivamente, Pinky había fallecido.

Le dije a Joshua que Pinky había muerto. No quiso orar por él. Lo invité a despedirse de él en el baño, porque él venía del agua, y al agua debía regresar. Me acompañó al baño, presenció la ceremonia, y cuando salimos del baño fue que la cosa se puso buena, justo luego de decir “pero, ¿por qué se fue al agua por ahí?”

Se recostó de una pared en la cocina, se sentó, dijo que ahora iba a estar muy triste porque Pinky no estaba, y se echó a llorar como mismo lloré a Emma cuando se murió. Lágrimas, sentimiento, abrazos y muchos “pero yo quería que Pinky regresaraaaaa”…ahogado en llanto.

Me hizo llorar y todo. Le volví a explicar el proceso de la muerte y le dije que ahora Pinky estaba con Emma y Oma Vera, la bisabuela alemana que murió hace dos meses.

El llanto duró mucho tiempo, al menos demasiado para que mi corazón lo tolerara. Estaba inconsolable. Poco a poco se calmó y luego de tomar leche me dijo: “Pinky está nadando arriba de las nubes, mamá”.

Me fui sintiendo mejor.

R.I.P. Pinky

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30 de octubre de 2012

Join the conversation! 4 Comments

  1. Qué mucho se quieren las mascotas. Lamemto mucho su pérdida.

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    • Gracias Lennie. Cuando se nos murió la perra, mi esposo y yo estábamos destruidos. Estuvimos devastados mucho tiempo. Mi hijo aún no tenía dos años cuando eso, y como quiera se afectó un tiempo, y estuvo triste y solitario en la escuela, contrario a su forma de ser habitual. Fue muy fuerte para los tres. Ahora con el pez tiene tres años y no pensaba que lo iba a tomar de esa manera.

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  2. Debe ser una experiencia tan horrible!!! Tengo dos perros (uno de 7 años y otro de 5) y no puedo ni pensar en el día que se me vayan. :'(

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    • Es algo muy muy muy horrible. Busca En el cielo de los perros en la categoría Sobre personas y seres especiales. Te digo que para nosotros fue algo desgarrador. No estábamos preparados, y el dolor nos duró mucho. Todavía la siento, la sueño y la extraño, y mi esposo, que la tuvo desde bebé, ni te cuento…

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